La formación online es uno de los sectores que más está creciendo en los últimos años. Gracias a la variedad de formaciones que ofrece, a la flexibilidad horaria y al fácil acceso, sin importar la distancia, cada vez son más los alumnos que optan por el aprendizaje online. No obstante, y a pesar de su crecimiento exponencial, no debemos olvidar trabajar la dinamización de contenidos si queremos que nuestro catálogo formativo tenga éxito.
Si a esto le sumamos los inusuales condicionantes con los que el Covid ha modificado nuestro día a día, dando prioridad a la seguridad mediante el distanciamiento social, surge la oportunidad que toda crisis lleva consigo. Es el momento de añadir valor a la formación online mediante la dinamización de contenidos.
¿Qué es la dinamización de contenidos elearning?
Es indiscutible que, cuando alguien se matricule en un master o curso, lo haga dando por hecho que el temario que estudiará está actualizado y completo. Pero no nos engañemos, a día de hoy, todos los días se hacen nuevos descubrimientos y el conocimiento fluye por la red de manera incontrolable.
Ante esto solo tenemos una opción, diferenciarnos no solo por ofrecer un contenido de calidad, sino por su dinamización.
La dinamización de contenidos consiste en evaluar constantemente las necesidades del alumno y darle una respuesta rápida a través de mentorías personalizadas. Como ves, cuando la competencia es alta, la personalización entra en juego como valor añadido.
En este proceso continuo de dinamización del proceso de aprendizaje, el trabajo del docente es fundamental, ya que es con quien el estudiante mantiene contacto directo y personal. Pero… ¿Por dónde empezar cuando hay una pantalla de por medio y no se conoce a la persona? En el siguiente punto te damos los pasos.
Fases de la dinamización de contenidos
El proceso de dinamización en la formación online consta de tres fases principales:
- Bienvenida: por básico que parezca, dar la bienvenida es imprescindible para entablar una relación cercana entre profesor-alumno. Y no, nos referimos a decir ¡Bienvenido! Tiene más que ver con la primera impresión que se obtiene del docente, del curso e incluso de la empresa. Para que ésta sea positiva, habrá que centrarse en conocer al alumno, sus objetivos, necesidades e inquietudes. Es algo parecido a una primera cita.
Por supuesto, también se deberá presentar al resto del equipo y proporcionar los datos de contacto necesarios.
- Seguimiento del curso: esta etapa es la que se desarrolla desde que se inicia hasta que se finaliza la formación. En ella se deberá proporcionar atención personalizada y todos los recursos disponibles para facilitar el aprendizaje al alumno. Acciones como tutorías privadas, control de conocimientos y feedback diario son algunas que servirán como orientación.
También es sumamente importante generar comunidad con el resto de alumnos del mismo programa formativo. De esta manera, se podrán exponer dudas comunes, abrir debates y fomentar el flujo de conocimientos. Además, se evitará la sensación de “soledad” que puede aparecer cuando estudiamos desde casa.
- Aprendizaje y refuerzo: la tercera fase tiene mucho que ver con la motivación y la ambición de crecimiento profesional. Realmente, aquí influyen mucho las condiciones personales de cada alumno, pero el deber del docente es intentar fomentar el “amor al saber” con diferentes estrategias. Por ejemplo, una vez dado el temario oficial, se pueden recomendar lecturas relacionadas más distendidas, películas o incluso series. También es muy efectiva la creación de foros para intercambiar ideas o el uso de la gamificación.
Ejemplos de actividades para la dinamización de cursos online
- Plantear debates basados en temas de actualidad: Siempre con unas pautas de participación y cierta moderación por parte de el tutor, la generación de debates, sobre todo en el área de las ciencias sociales, puede llegar a ser muy productiva. Además, esta actividad no requiere de grandes infraestructuras informáticas, con un canal de Telegram, la habilitación de un hashtag en Twitter o una reunión virtual será suficiente.
- Autoevaluaciones entre alumnos: Muchas veces, cuando corregimos nuestros propios errores, es cuando más aprendemos. Incluso corrigiendo a los demás también podemos fijarnos en fallos que no habíamos tenido en cuenta. Esto servirá para que los estudiantes tomen un papel activo en su aprendizaje y sepan ver más allá de las instrucciones de su docente.
- Trabajos en equipo: La distancia no tiene porqué ser un obstáculo para desarrollar trabajos en equipo. Es más, existen herramientas para organizar tareas como Trello, que facilitan mucho las dinámicas de equipo. La mayor ventaja de trabajar en equipo es que se adquieren habilidades sociales, se experimenta con futuros entornos laborales y se enriquecen los conocimientos propios del curso o master.
- Gamificación: aunque este campo es muy extenso, y de hecho, la trataremos en detalle en otros artículos como una de las herramientas principales de dinamización, si hay que destacar su función motivadora. Mediante el juego o mecanismo de premios, la gamificación puede motivar a los alumnos a superarse a sí mismo y a entrar en un ambiente competitivo, siempre claro está, desde la deportividad.
Estas son solo algunas de las ideas que se pueden llevar a cabo, pero no olvides que el ingrediente principal para la dinamización de contenidos elearning es la creatividad.